Tener vivienda propia es una meta que requiere un gran esfuerzo económico y es aquí cuando toma más fuerza la importancia del ahorro. El proceso de compra será mucho más llevadero si tenemos una cantidad de dinero ahorrado que nos permita, como mínimo, pagar la cuota inicial de la vivienda ¿crees que tienes buenos hábitos de ahorro? Aquí te enseñamos algunos.
Todos hemos soñado con dejar de pagar arriendo y tener vivienda propia en algún momento, ya sea una casa con un jardín enorme o un apartamento con vista a toda la ciudad. Consolidar nuestro patrimonio (link a artículo) a través de un bien que se valoriza con los años es la sensación más tranquilizante y reconfortante que podemos tener de cara al futuro.
Para cumplir este gran objetivo, es necesario aprender a priorizar nuestras metas y establecer hábitos de ahorro. Por ejemplo, si lo primordial es comprar apartamento, esto debería ir por encima de tener el último modelo del celular o comprarnos un carro nuevo, así, el dinero que íbamos a destinar para la compra de estos objetos, lo abonamos a la cuenta de ahorro (o al marranito) que tiene como nombre “Mi vivienda propia”.
Antes de empezar ahorrar, es necesario tener un motivo para hacerlo ya que, cuando ahorramos por ahorrar, vemos el dinero en nuestra cuenta y la tentación de gastarlo es mucho más alta, pero, cuando tenemos metas para ahorrar dinero, es más probable que evitemos gastarlo.
Si, por alguna razón, no se cuenta con una meta gran meta lo mejor que podemos hacer es iniciar con metas a corto plazo y cantidades pequeñas de ahorro, una vez adoptemos el hábito se incrementa el monto y el periodo de tiempo.
De esta forma, estaríamos estableciendo prioridades, el primer paso para empezar a implementar hábitos de ahorro.
Automatizar el ahorro
Casi todos los bancos ofrecen la oportunidad de hacer operaciones automáticas. Apenas el dinero llegue a las cuentas, se puede elegir cuándo, cuánto y a dónde transferirlo, inmediatamente. Entonces, podemos hacer que el 10 % (esta es la cantidad básica que recomiendan los expertos para tener un buen flujo de ahorros) se transfiera automáticamente a esa cuenta que destinamos para vivienda propia.
La ventaja de esto es que ya no hay que pensar en retirar una parte para cumplir las metas de ahorro y, por lo general, reduce la tentación de gastar el dinero.
Cumplir retos de corto plazo
Uno de los más conocidos es el reto de 30 o 52 días y se basa en aumentar el monto de ahorro semanalmente. La primera semana el ahorro puede ser de $10.000, la siguiente $20.000, la tercera $30.000 y así hasta llegar a la semana 52. La cantidad depende de cada quién, pero es una buena forma de crear hábitos de ahorro.